enero 27, 2011

energías alternativas

"No entiendo cómo la gente se puede sentir cómoda nadando en una piscina que se calienta con la muerte de un ser querido. Creo que es extraño"

Simon Thomas, 
director de funeraria en Redditch (Reino Unido)



Yo también creo que es extraño. La declaración en sí, sólo podría hacerse más estrambótica añadiendo "foca monje" en algún lugar de la frase.


Pero como me gusta ser rigurosa en mis posts, contextualizo con el subtitular de la correspondiente noticia:


"El ayuntamiento de Redditch, en Reino Unido, ha planteado la posibilidad de calentar una piscina pública cubierta utilizando el calor que desprende un crematorio adyacente, una medida que ahorraría energía y casi 20.000 euros al año. Mediante unas tuberías que conectarían la instalación deportiva con el crematorio, el calor desprendido por el horno cercano desembocaría en los conductos calentadores del agua. "
(Yahoo Noticias, 27 enero de 2011)

En estos momentos es cuando me surge una gran duda... Si ponemos placas solares bien, si cerramos el grifo al lavarnos los dientes bien, si compramos una lavadora de clase A+++ súper ecológica (que cuesta un riñón y parte del otro) bien. Pero si planteamos una opción de aprovechamiento de energía simple y asequible, aaaah! ¡Entonces no! 
Porque claro, hay una gran diferencia entre que el calor difunda a la atmósfera o se concentre para darle un uso... Pues no sé, señor Thomas, a mi no me importaría nadar en dicha piscina. Si la calienta la muerte de un ser querido o simplemente el calor desprendido de un proceso de combustión pues ya no lo sé, hombre, es cuestión de perspectivas y de cuán dramáticos nos pongamos. 
De todas formas, del mismo modo podría yo acusarle de vivir de un negocio basado precisamente en la muerte de los seres queridos; sus facturas de la luz son pagadas por la muerte de los seres queridos y probablemente la ortodoncia de su hija esté sustentada también en la muerte de los seres queridos

Ya lo ven, todos podemos ponernos dramáticos. O ser más razonables y menos hipócritas.


1 comentario:

DieGo dijo...

Yo de hecho he dejado de comer cualquier tipo de planta y/o cosa orgánica, a saber de dónde sacan el carbono para crecer esas cosas... "Fotosíntesis", dicen. ¿Pero de dónde viene el carbono de la fotosíntesis? Asesinos les llamo yo. Peor que el aborto, ¡hombre ya! La culpa de todo, Zapatero. Jugar con los seres queridos y muertos de esa manera, qué repugnante. Con lo bello que es dejarlos pudrirse y ser engullidos por los gusanos en una caja de madera.