diciembre 29, 2010

cita nº 18

"En las finanzas y en la vida hay una regla: el binomio riesgo- rentabilidad"

A.R.E.
Recién licenciada en ADE,  cursando licenciatura en La Vida




A ver si me encuentras a mí uno de esos porfolios vitales de máxima rentabilidad al mínimo riesgo... Aunque está claro: "quien quiera peces..."

 Y en esas estamos, invirtiendo en futuro e intuiciones :-)

diciembre 27, 2010

Es difícil no creer en nada



Que seremos mejores, más altos, más sabios, más felices.
Que esta noche no acabará nunca, ni este año, ni esta amistad, ni esta caja de bombones.
Que amarraremos todos los recuerdos y nunca dejaremos de reconocer a nuestros hijos... ni de respetar a nuestros padres.
Que no se extinguirá la agradable sorpresa de tu aliento cálido en mi nuca, despertándome por la mañana.
Que cambiaremos el mundo y el mundo no hará que cambiemos.



Aunque sea tan tangible como la tierra que pisamos (o la que dejamos atrás)
o tan etéreo como el recuerdo de un olor en el jersey.
Aunque sea tan sagrado como los principios que nos delinean
o tan profano como tus dedos dibujando el contorno de mis muslos.



Todos necesitamos creer en algo.


(allá por junio entenderé por completo la letra... mientras tanto la intuyo y la imagino a partes iguales)

diciembre 24, 2010

Sálvame Señor



Hoy he estado todo el día en casa. Algo me sentó mal en la cena de ayer y mi estómago se ha estado quejando desde que llegué a casa de madrugada durante todo el día, con una sensación nauseosa que no acaba de materializarse en nada pero que me ha tenido todo el día a manzanillas y Primperán.

Y eso no es lo peor. Lo peor de estar enferma en casa es que acabas irremisiblemente tumbándote en el sofá y poniendo la tele... Y es entonces cuando descubres que toda la mierda televisiva que estaba antes de que te fueras y evitaras felizmente soportar durante tres meses en un país lejano sigue ahí latente, esperándote a tu vuelta.

Mi primera impresión al encender el botón del odioso aparato fue ni más ni menos que una vista del plató de Sálvame, con el siguiente titular en la parte inferior de la pantalla:

"Sálvame recibe miles de felicitaciones por su labor social de entretenimiento"

Lo primero que llamó mi atención fue ver en el programa una noticia sobre el propio programa (como todos sabemos, esto es más propio del telediario de Antena 3, cuando después de la crónica sobre la Cumbre del Clima en Cancún presentan como noticia de supuesto interés el inicio de la emisión de una nueva serie "que no pueden perderse" a las diez en este mismo canal...). Pero además el hecho de ver en la misma frase Sálvame, felicitaciones y labor social desde luego suscitó en mí  un interés puramente científico, de modo que decidí no cambiar todavía de canal. Fue entonces cuando aparecieron citados ciertos testimonios del tipo...

"Tengo 66 años, vivo sola y no saben lo que me distrae Sálvame. Eso es lo que quiero decir" (...) "Este programa que nos da 100 vidas, la envidia es muy mala y le tienen mucha envidia" (...) "Me encanta todo. Jorge, Kiko, Lydia, Karmele, Mila, la hija de Teresa Campos hasta Kiko Matamoros. Tengo 72 años y me paso toda la tarde viéndolos a ellos" (...) "Hola jorge Javier, estoy pasándome la tarde y una semana que no veas deja de echar tanto picante y guindilla porque voy a romper hasta el sofá de tanto reírme. Muchas gracias".



Los colaboradores del programa se mostraban emocionados y agradecían a la audiencia sus devotas promesas de eterna fidelidad. Coincidían en que les alegraban la vida y que ahí residía la grandeza del programa. Aplaudían a la audiencia y al público del plató y pedían aplausos al público para la audiencia, el público les aplaudía a ratos a ellos y a ratos a la audiencia y la audiencia aplaudía el gesto con nuevos mensajes cuasi líricos. Entre tanto aplauso, no sé si me resultaba más sórdido el clima de emocionado autoconvencimiento o el maquillaje de Karmele Marchante.

No seré yo quien les quite el mérito de formar parte de ese útil no, utilísimo -sobre todo en tiempos de crisis- compendio de programas sin cuya loable labor social tendríamos a la mitad de nuestras queridas abuelas españolas más despiertas sin su ración de opio televisado y probablemente más atentas a los recortes en sus pensiones. No seré yo quien asocie el éxito de estos circos esperpénticos al reflejo patético de una sociedad que se resigna a escapar de sus miserias disfrutando con las miserias ajenas...

No seré yo quien lo haga y es por dos razones: la primera es porque no quiero que se me acuse de envidiar un programa tan vivificante que da, ni más ni menos, que 100 vidas a nuestra aletargada sociedad. La segunda es porque mañana es Nochebuena, y he pedido como regalo a Papá Noel que me deje disfrutar tranquila y sin náuseas las exquisiteces navideñas de la gastronomía gallega que llevo tanto tiempo soñando en tierras polacas... y para que se me conceda tengo que ser muy, muy buena.







diciembre 20, 2010

sic (back) to the river



Y aquí estamos...