Lunes tarde. Necesidad: buena compañía, una amiga/ amigo para charlar.
Sin saber mucho del país ya puedo sentir su aroma en el paladar, puro, fuerte, sin azúcar.
Martes por la mañana/ tarde. Necesidad: ya verás.
La vida sin ventanas. El aire en plena cara mientras el autobús avanza, entre el caos de la ciudad y lleno hasta los topes. Y la música. Siempre la música, porque un país sin música está dormido.
Miércoles por la tarde. Necesidad: dedos y boca.
Por más que me esfuerzo no logro identificar la naturaleza vegetal, animal o mineral de estas pequeñas... ¿semillas? que en India se entregan con la cuenta. Inconscientemente, me teletransporto a esa hipotética situación... en la que no sabría si comérmelas, plantarlas o jugar a apilarlas en montoncitos. Patético. Cuánto mundo queda por ver...
Jueves por la mañana. Necesidad: sonrisa.
En cierto modo me resulta familiar, un viejo conocido de mis tiempos de danza del vientre tribal. Y no puedo evitarlo, me pruebo uno de esos bindis y me invade la nostalgia brevemente... y la carcajada inmediata. Objetivo cumplido.
Viernes por la tarde/ noche. Necesidad: fuego, música y sofá.
Añadiría una botella de licor café... o wódka Żołądkowa Gorzka. Es igual. Es imposible no encontrarse a gusto con esta combinación y este olor que llega de lejos, a especias, a fuego y a meditación.
Sábado por la mañana. Necesidad: compras (quizás) y la cosa del miércoles.
Efectivamente, tenemos poco tiempo. Me alegras el día en la academia y me das una salida alternativa a mis ensaladas de los sábados... pero que no llega a realizarse porque no hay pollo a partir de las 9 de la noche ;-) Descuida, un día de estos tocará cena exótica en Santiago.
Domingo por la mañana/ tarde. Necesidad: no lo sé. Quizás cabeza o cuello. Depende.
O cuerpo entero... quién sabe, ya sabes que no soy muy grande... Ya lo verás cuando nos encontremos. Me encanta :-) Sólo espero que los anacardos no sean para poner en la cabeza también...
Gracias, Grejo.
Por haberme llevado contigo.
