junio 19, 2010

déjà vu, jamais connu



Esta noche soñé que te rozaba el lóbulo de la oreja. 

Desde la sien, recorriendo con los labios la delgada línea que separa la ternura y la indecencia hasta el ángulo de tu mandíbula, sostenido entre dos vectores imposibles de conjugar: tu saber estar y mi no-saber ser.


Me desperté con ese sabor metálico de la duda.



Luego te pensé un rato, murmuré algo e hice café. 


junio 11, 2010

cita nº 17

"Supongo que llega un punto en el que el cuerpo y la mente te piden a gritos que relativices..."



Así que no queda otra.



Sabias interconexiones neuronales. 
(Como no podía ser de otra manera)