abril 16, 2012

pero no se lo digas a nadie


Hay días en los que quiero tanto y tan poco como seguir despertando a tu lado. Son los escasos momentos de conformismo en que dejo de despotricar contra el mundo y me concentro en tu respiración.

Y me basta.

abril 10, 2012

Resistencia ilícita

"Primero te ignoran, después se burlan de ti, luego te combaten, y al final, tú ganas ellos te encarcelan)"
Mahatma Gandhi


Vivo en un país en el que se premia a los necios, a los usureros, a los farsantes, a los aduladores, a los chorizos, a los vendedores de humo. Vivo en un país en el que se castiga a los que no se callan, a los que hablan con voz propia, a los que se arriesgan a ser coherentes con unos idealesa los que no se conforman, a los que luchan por un futuro mejor.

Pero hasta hoy, nunca había vivido en un país en el que oponerse de manera pacífica a los dogmas de un Estado paternalista y déspota apareciese tipificado en el Código Penal como un delito grave, considerado atentado contra la autoridad y penado con entre uno y tres años de cárcel. Hasta hoy.

La voz, las ganas, la esperanza de que este largo túnel deje entrever una salida... ¿qué más quieren quitarnos para henchirse de autocomplacencia? Anacrónicos, patéticos y destructivos justicieros de su "democracia" y su "progreso"... Inquisidores de conciencias. 


A veces noto, casi con una certeza palpable, que una parte de dentro de mí se va consumiendo cada día, desgastada por el roce y el escepticismo. Incrédula, cansada, vieja. 

Triste. 

abril 01, 2012

Esta noche hablé por teléfono con mi abuelo. Lo notaba raro, no hizo sus bromas habituales ni se rió con ninguna de mis tonterías, estaba apagado. 


Finalmente me lo dijo.  "Non é nada, neniña... E que arderon as leiras do Recanto..." 


Ayer, como en tantos otros puntos de Galicia, algún hijo de puta desalmado prendió fuego a una de las fincas de pinos que mi abuelo plantó, cuidó y mantuvo cuidadosamente durante años... Ya que no sabe hacer las cosas de otra forma, como si cada minúsculo detalle fuese vital, siempre paciente, siempre tranquilo. 

Es imposible expresar lo que para él representan esos árboles... cuando se quemaron lo hizo también su ceño fruncido al trabajar, el sudor, su perfeccionismo innato reflejado en la alineación perfecta de las hileras, el orgullo con el que me las enseñaba al recorrerlas... el amor a la tierra que siempre fue su vida.

No es la primera vez que pasa, ni por desgracia será la última. Pero algo me dijo en su voz que está ya cansado de intentar entender este mundo. Cansado y triste, después de tantos años, por sentirse cada vez más lejos de poder llegar a hacerlo.