diciembre 11, 2009

Esa noche en blanco y negro




De la helada de la noche amanecen frías las mañanas.

A medio pulmón y a media luz de una estrella.

Felices e inconscientes (o sólo conscientes a medias).

De la nieve en los lavabos amanecen blancos los interrogantes.

Del humo de los bares secos los ojos. (secos también los labios)







¿Y será posible...

que sí me quiera tanto como para no ver que hay gente aquí a mi lado?

2 comentarios:

gabinha dijo...

Me encanta la confluencia de etiquetas. Denota vida. Y cafés en "o Cesto" al menos unos años más.

Siempre con el capricho de brillar a vuestro lado.

(y ayudar a cerrar las interrogaciones, al menos)

pd: los silencios, traen los versos (al menos, los mios que ya no son canción)

Tami dijo...

Fue increíble. Compartir pedestal de quere como a nadie.

Increíble.

Aún tengo ese nuco en el estómago.

Y no me deja respirar, sin tu mitad.

Te quiero. Gracias por haber hecho posible que fuese natural.

Que al fin te viese en color y no en palabras.

Que cerrase los ojos y os viese.


Te quiero