enero 16, 2009

Sin soledad ni ayuda...



"Si yo pudiera darte la creencia y los años,

la visión renovada, esta tarde de otoño

deslumbrada y segura, sin recuerdo cobarde,

vileza macilenta, sin soledad ni ayuda (…)"

Claudio Rodríguez





(Fue demasiado pronto pero ahora no es tarde)

(Para ser la persona más feliz del mundo. Debajo de tu ropa)

1 comentario:

Tami dijo...

Pum. Fue una mañana de no h ace mucho. Lloré. y al abrir los ojos desperté.
Estabas enfrente, como siempre. Y djiste cosas que sabía esconder perfectamente con engaños a mi misma. Pum. Fue una mañana de no hace mucho. Me di cuenta.
Estabas enfrente, como siempre.
Y entre la salitre de tus maneras me agarraste por dentro tan fuerte que no me caí. Tan fuerte que me sostengo la sonrisa cada día por pensarte.
Fue una mañana de no hace mucho, mitad.
Te debo la vida, y nunca mejor dicho. Porque creí que todo esto empezaba como un juego a ser distinta, pero no más guapa. No fue así. Estas cosas nunca acaban bien. Y entonces estabas tú, en frente. Fue una mañana de no hace mucho, amor.
Y cada golpe se cura entre tus manos, como tantas y tantas veces.
Nunca pensé que su pudiese hablar con gestos, ni con maneras de caminar.
Tampoco sabía que los ojos decían tanto sin hablar. Y tú lo entiendes todo.
Será que me conoces mejor que nadie y no puedo mentirte (aunque a mí misma si pueda hacerlo). Sabes cuando algo no es cierto incluso antes que yo.
Y si, mi niña. Fue una mañana de no hace mucho. Siempre, siempre enfrente.
Eres mis fuerzas, y mi vida, que te la debo.

Gracias, más que nunca, por el maldito equilibrio que ya casi no aparece si no estás tú.

Te quiero. Como a nadie.