La erupción del volcán Eyjafjallajökull (cuyo nombre nos permitiría situarlo en las tierras de Mordor más que en Islandia) ha dado rienda suelta al profeta apocalíptico que todo redactor de noticias que se precie lleva dentro. Los titulares de las nuevas noticias sobre la erupción y la nube de ceniza han ido in crescendo de forma cuando menos llamativa. No recuerdo nada mejor desde la gripe aviar. Si no, pasen y juzguen:
Las aerolíneas se queman en bolsa por el volcán islandés (la informacion.com)
Qué chispa. Podrían haber dicho también "la bolsa erupciona" o algo por el estilo...
Las cenizas del volcán crean el mayor caos en la historia de la aviación (larazon.es)
No se recuerda tal caos desde la huelga de caramelitos de la business class.
Las cenizas del volcán islandés pueden enfriar la temperatura global (elmundo.es)
¡Así que todo el mundo a enterrar sus bellotitas!
Una gran erupción podría provocar tanto enfriamiento como calentamiento global de entre 1 y 2ºC (Europa press)
Ah, pues no.
Erupción de volcán Islandés, beneficio para la Tierra
(Poblanerías.com)
WTF???
En fin. Yo me declaro absoluta e innegablemente ignorante y profana en cuestiones vulcano- climatológico- hecatómbicas. Pero en mi ignorancia me planteo si este parón en el tráfico aéreo no supondrá un alivio ecológico, en cierto modo...
...o si, por lo menos, no nos hará pensar lo pequeñitos e insignificantes que somos. Y es que estamos aquí de prestado, y de milagro. Más vale no olvidarlo y dejar de actuar como si tuviéramos poder para "henchir la tierra y someterla, dominando los peces del mar y las aves de los cielos", que eso está bien para algún libro de cuentos. Pero no vale para hacer funambulismo sobre el equilibrio frágil que sustenta nuestra existencia.
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