diciembre 25, 2009

Sobre cenas navideñas y cazuelas voladoras






Anoche mi madre tiró nuestra cena de bacalao al horno con almejas y langostinos en el trayecto de la cocina al comedor. Fue un lanzamiento en toda regla, porque dijo que en cuanto se le resbaló vio que iba a quemarse, le imprimió un impulso adicional. Y la olla de barro salió volando con todo su contenido tapizando patéticamente la baldosa y parte de una silla.

A mí que no vuelvan a llamarme torpe, bastante hago con luchar contra la genética.




Un apunte adicional, aún así, SOBRÓ comida. Menos mal que mi abuela es de las que opina que "nunca es suficiente".

1 comentario:

gabinha dijo...

jajajaja! he aquí la respuesta. Yo no sabía si enviarte un email para preguntarte por esas especies raras de cazuelas que os traéis por vuestra casa...

eres la persona más sana (sana de sana y de "sanity". tú ya me entiendes) que conozco estos días.

:)