mayo 10, 2009



Tragarse el orgullo y el ácido del limón, ya disipado.

Recordar lo importante.

El naranja de las calles repletas de gente
-"hay gente, ¿sabes? que sale a pasear como nosotros, sin rumbo..."-

y una luna llena que se ríe de nuestro silencio.






El filo de tu cortante miedo a hablar de ti.

Y a día de hoy... lo que he aprendido a leerte entre líneas.

2 comentarios:

Tami dijo...

La luna llena nos da fuerzas para enfrentarnos a muchas cosas, aunque luego se venda.
A veces con solo mirar ya se comprende. Y no hay más.


Después de todo este tiempo os habéis vuelto uno, y habeis cambiado juntos.

Y lo más bonito de todo es ver como te mira, con su brillo temblando en las pupilas. Amándote de ese modo tan acojonante.


Te quiero, darlinnnnnnnnnnnnnnn

iReYaNiL dijo...

Sois tan geniales que hasta el más incrédulo y desapegado en estos temas lo comenta entusiasmado.

Y sí, si no aprendiéramos a leer entre líneas estaríamos muy, muy perdidas.

Requetemua!