diciembre 11, 2008

Uno de esos días...


Y sí. Casi lo intuía en tu mirada perdida: era uno de esos días. En miras sin mirar, y ríes sin reír. Y oyes sin escuchar ( a veces luego preguntas, "¿cómo, cariño? perdona, no te estaba escuchando... Y después ríes... ). ¿Sabes, esos días...?

Con el pelo y las mañanas mojadas, cansada de chocar contra tu muro, inventándote de vez en cuando que no existe, que sale el sol y entra la luz y se abren las ventanas.

Pero te oprimen demasiadas evidencias...

No son nubes, que no hay cielo.
No son días grises: no hay colores.
Son correas amarrando tus muñecas, cada vez más esquivas.
Son alfileres tatuando una cárcel en tu piel...





Tú, que siempre quisiste ser tan libre.

1 comentario:

Tami dijo...

Una idea estereotipada que coarta las paredes del destino en que quise despegar.

Y una mitad, siempre presente, me abre los ojos cuando lo oscuro pretende dolerse.

Gracias por la sinceridad, que duele y mucho. Pero es necesaria. Gracias por decirme lo que no quiero escuchar. Y por acariciar mi conciencia, que a veces deja de ser adulta (aunque no tengo claro si lo ha sido algún día).

Gracias por darme las bases para saltar el bache, que me hará volar. O al menos, a eso estamos. Volar. Tan alto que toque las nubes y el silencio. Tan alto que me ría igual que siempre, como antes.

Y prefiero llorar mirando al móvil que a la pizarra de clase.(Menudo último día...)
Y no sentir que las palabras taladran mis pupilas.

Adelante, no habrá pasos atrás. Ni siquiera los días de bruma. 3, 2, 1...Nadie dijo que fuese fácil...


Tal vez yo me lo guisé( Aún no entiendo los motivos), pero no quiero comérmelo. Esta vez no.






Gracias. G-R-A-C-I-A-S.


Te Quiero