En un quirófano aleatorio, se da cierta conversación entre dos cirujanos:
"No, hombre no, si es que está claro que la gente no tiene ni idea de lo que es una urgencia y lo que son ganas de fastidiar."
"Ya, bueno..."
"Estamos en la era de la reivindicación absurda, todo para mí, ¡y eso no puede ser!"
"Pero... ¿era una urgencia o no?"
"Pues no lo sé, pero seguro que no. Hoy en día te llaman por cualquier cosa. A ver si ahora me va a decir a mí el paciente cuando tengo que verle..."
"Hombre, tampoco es así..."
"A ver, que si es una urgencia yo bajo, pero si es porque está preocupado y quiere que le dé una palmadita en la espalda..."
"Y... si fuera en la privada, ¿habrías bajado?"
"... Sí"
Sin comentarios.
Lo peor es que el que el indignado cirujano que no bajó a atender a su paciente ingresado en la planta de cirugía cardíaca (no se ven muchas urgencias ahí, para nada... Y los pacientes no suelen estar asustados, para nada... en realidad están "por fastidiar", como todos bien sabemos)... era el joven residente.
Que me peguen dos hostias antes de volverme así, por favor.
noviembre 25, 2009
noviembre 21, 2009
noviembre 19, 2009
recordatorio
noviembre 17, 2009
noviembre 12, 2009
noviembre 09, 2009
Die Beständigkeit der Ignoranz
noviembre 06, 2009
ciclo del agua

De la cárcel de los círculos concéntricos
(me cansé)
De la dinámica del rebote circular, expansivo.
De no tener - a mi pesar-
la solución para cada maldito desarreglo
cada asimetría y asincronismo
de este universo imperfecto
(me redimo).
"yo sólo quería ser la gota de lluvia que remonta las nubes... y subir..."
(pero aprender a caer es aún más importante, pequeña gota)
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