"Álvaro atravesaba su última media hora de pensamiento lógico. Ahora se detenía en casi todas las palabras que los otros dos decían, y se quedaba pronunciándolas con extrañeza, paladeándolas como si acabaran de inventarse. Gemütlichkeit?, repitió Álvaro, qué, ¿qué maravilla, no?, y qué difícil... Gemütlichkeit... Al principio se te aprietan los labios, mira, como si silbaras... Gemü... pero de pronto, eh, de pronto tienes que sonreír, ¡qué bueno!, tlich..., pero ¡a joderse!, la alegría no te dura demasiado, y viene el golpe en el paladar, keit, ¡toma, keit!, y se te queda la mandíbula suelta...(...)"
"El viajero del siglo"
Andrés Neuman
Algo así, desde luego.
Y para los que no lo entiendan, siempre quedará el francés. Mucho más romántico, dónde va a parar.
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